Desde enero del año 2015, "El Principito" de Antoine
de Saint-Exupéry, ha pasado a ser de Dominio
Público, por cumplirse más de
cincuenta años desde la muerte de su autor, de acuerdo a las leyes de Copyright
de muchos países.
El que sea de Dominio Público significa
que una obra puede ser utilizada sin solicitar el permiso del creador o sin
tener que pagarle por conceptos de derechos y, por tanto, puede ser copiada, distribuida, reinterpretada (por ejemplo,
adaptar el lenguaje del texto a uno más actual), traducida, ilustrada, exhibidas en público, etc. todo, sin los
costes del Derecho de Autor. También
pueden ser adaptada, entendiendo eso como llevar una obra literaria a otro género;
por ejemplo, del libro al cine, del libro al teatro, etc. y, eventualmente, puede
ser modificada lo suficiente como para adaptarla para fines específicos como cuando se resume una obra o se acomoda para un público infantil, por ejemplo. En todos estos casos se conserva la obra; o es a lo que
debería aspirar una buena adaptación creo yo. Hacer todo lo descrito cuando las
obras no han sido liberadas, puede conducir a querellas y sanciones por
acusaciones de plagio.
A pesar de lo anterior, el
sentido común señala que por muy liberada que esté una obra no implica
necesariamente que podamos hacer lo que nos venga en gana; al punto de inventar
un nuevo texto y hacerlo pasar como si fuera el original
sin tomarse el trabajo de aclarar
que se trata de una “versión libre”, “licencia o recreación literaria” o, como dicen actualmente un “fanfiction”
que de hecho, pueden transformarse en “nuevas
obras” con derechos de autor propios.
Sobre El Principito circula abundante
material en Internet; cantidad de carteles con frases que indican ser extractos
del libro original y que sin embargo, la
gran mayoría de las veces; no son tales y, de un tiempo a esta parte, han aparecido también variados textos al estilo de
lo que hoy denominan “fanfiction” esto
es: relatos inventados por admiradores basados
en el libro (película, comic, serie, etc.) o utilizando los personajes de las
obras conocidas desarrollando nuevos papeles y argumentos para ellos. Esto se
ve bastante con El Principito, sobre todo haciendo alusión a los personajes "Principito y el zorro" y
"Principito y la rosa" donde algunos autores-fans re escriben pasajes desarrollando
largos discursos de su propia y particular moralidad o espiritualidad y no siempre aclaran (aunque al leerlos parezca obvio) que son SUS
adaptaciones, SUS textos inventados y que
no pertenecen a la obra original y aunque lo aclaren, luego son sus lectores quienes obvian ese detalle no menor y hacen circular “capítulos” y
frases inexistentes en el libro, totalmente fuera de estilo, de línea y
contexto añadiendo al final “sacado de “el Principito
de Antoine de Saint-Exupéry “ y así; gran parte de esos trabajos pasan
a ser apócrifos de Antoine de
Saint-Exupéry.
Un ejemplo de lo anterior ocurre con un texto que circula
profusamente bajo el título "El Principito, querer y amar"
(también lo he encontrado como "El Principito y la rosa").
No lo incluyo acá porque es bastante
largo y para ser sincera un poco tedioso pero, el asunto es que, la autora-fans Viviana Baldo, especificó claramente y desde un
comienzo que se trataba de una recreación; sin embargo las personas que lo
recibieron lo compartieron o le dieron copy/paste lo hicieron señalando que se trataba de un capítulo de El Principito . Eso ya no es culpa
de la señora Viviana Baldo.
De ahí en más, el texto
adaptado "El Principito y la rosa" (o sus fragmentos) ha seguido circulando bajo la autoría de Antoine
de Saint-Exupéry y una se pregunta ¿de verdad leyeron El
Principito? ¿De verdad les gustó? Porque, si lo hubieran leído o fuera
como dicen “de sus textos preferidos” se darían cuenta de inmediato que están
leyendo una re escritura que no tiene nada que ver con la obra que dicen
admirar ¡Vamos! que el libro original, dependiendo de la edición, tiene poco
menos de cien páginas, dibujos incluídos; da como para detectar que hay citas
que " no nos suenan" o cuyo estilo no parece salido de ahí. Al
menos podrían entrar en sospechas si recuerdan que en la obra original, los
pasajes son breves; ninguno de los personajes da largos y sesudos discursos ni
dicta cátedra sobre el bien y el mal ni deja supuestas moralejas de manera tan
obvia.
¡Y qué importa! podría
preguntarse alguien. Pues nada, no se acabará el mundo ni se detendrán las
guerras si a eso se refiere, nada terrible pasará, sólo que se ayuda a arruinar
un hermoso y especial trabajo esparciendo por ahí trozos falsamente atribuidos
al libro original.
El Principito es considerado
por algunos como un libro infantil sobre valorado, ya sabemos que en gustos y
colores no hay nada escrito en piedra. Para otros, en cambio, es una bella y
significativa obra únicamente dirigida al público infantil, lo cual me parece, nunca fue la intención del
autor. Como fuere, al paso de los años, la obra se ha ido haciendo
cada vez más universal y transversal en términos etarios. En lo que a mí respecta
es de aquellos textos que a cualquier edad puedes leer sin sentirte excluida. Ha pasado a ser patrimonio de todos;
estropearlo es estropear parte del patrimonio literario.
Que el texto esté liberado No
significa que podamos destrozarlo, sólo significa que los derechos de autor
caducaron, tal y como explican en el
portal The Public Domain Review quienes el primero de enero de cada año celebran el Día del Dominio Público:
“Debido
a la expiración del plazo de protección del derecho de autor sobre las obras
producidas por autores que murieron varias décadas antes, miles de obras pasan
a ser de dominio público - es decir, su contenido ya no es propiedad de o
controlada por nadie, pero más bien se convierte
en un tesoro común”.
En ninguna parte dice que
podamos dedicarnos a destruir este "tesoro común" sólo porque hayan
expirado los derechos de autor; al
revés, se supone que es una puerta más
para hacer llegar una obra al mayor público posible; poder reimprimirla con
menores costos al no tener que pagar derechos;
una obra íntegra, sin mutilaciones ni alteraciones antojadizas.
Comentario aparte; las
personas que detentaban los derechos de autor (los descendientes del escritor )
no estaban muy felices con esta liberación de derechos y como ya sabían que
este día llegaría se anticiparon y hace rato que patentaron hasta la tos de la
rosa. Olivier d'Agay, director de la sucesión de Saint-Exupéry declaró en la
Feria del Libro Infantil de Bolonia, Italia, que
"Lo que ocurre ahora es que cualquier persona puede imprimir el
libro sin pagar nada a nadie, pero NO puede usar los personajes para
imprimirlos en camisetas, calcomanías, tazas, calendarios, etc. El uso de su
título o de cualquiera de las ilustraciones independientes seguirá violando las leyes de derecho de
autor. Cada uno de los personajes del libro, entre ellos, el Príncipe, el
zorro, la rosa y el planeta Baobob, está protegidos por marcas separadas" (Diario El País) Creo que a estos caballeros se les pasó la mano pero, es la explicación de porqué
han salido nuevas ediciones sin las ilustraciones
originales del autor sino con dibujos de otros creadores.
Ahora; hay que tener en cuenta
que No necesariamente caducan los
derechos por concepto de traducciones; tanto del texto como de los títulos.
No es un detalle menor. En este caso la
obra liberada es la obra original en francés con el título Le Petit Prince, pero la
traducción que conocemos al español es de Bonifacio
del Carril y no tengo claro que sus derechos hayan expirado junto con los
de la obra original.
Aunque suene
evidente ahora, el que los hispanohablantes conozcamos la obra como
"El Principito" es
por gracia del traductor del texto;él fue quien acuñó el término y no gustó a todos pues opinaban que tal título lo hacía parecer un libro de cuentos para niños muy pequeños. En la mayoría de las traducciones
a otros idiomas se utilizó una traducción más literal, que vendría siendo
"El pequeño príncipe" que para muchos puede ser lo mismo pero, no es igual pues conlleva un tono más filosófico y
cercano a lo que pretendía el autor. Como sea, la obra en español puede estar aún sujeta a los
derechos y permisos correspondientes en
base a su traducción y uso de títulos.
Nota
Curiosa: Otra obra cuyos derechos caducaron este año 2015 es el cuadro de Edvard Munch conocido como "El grito" algo que probablemente pase desapercibido
pues, aún estando sujeto a derechos de autor se ha usado indiscriminadamente en
múltiples montajes y materiales. Al menos ahora sabemos que podemos reproducirlo sin el deber de pedir autorización especial así
es que puedo terminar esta entrada con dicho cuadro, porque representa mi sentir cada vez que leo citas o
"recreaciones" que no aclaran de manera categórica que No son parte
de El
Principito:
El Grito - Edvard Munch, 1893, versión en la Galería Nacional de Oslo, Noruega
Interesantísimo tú blog. Enhorabuena.
ResponderEliminarMe ha sorprendido y aclarado muchas cosas tu comentario sobre El principito. Casualmente hace pocos días vi algo atribuido a dicho título. Debo mencionar que me conozco la obra de pe a la. Al leerlo quedé muy sorprendida. Estuve a punto de poner "Este párrafo no pertenece a El principito". Sin embargo no puse nada. Algo escrito con tanta rotundidad me hizo dudar de si mi memoria me empezaba a fallar y era yo la que estaba equivocada.
Reitero mi enhorabuena por tu blog. Hay tanta información errónea en las redes que me parece magnífica esta empresa que llevas adelante.
Errata: tú no es tú sino tu
ResponderEliminarMuchas gracias por toda esta investigación e información.
ResponderEliminarGracias, Ana Fernández y Rosario, muchas gracias!
ResponderEliminarComo dice el texto, El Principito ya es un tesoro común y como tal debemos preservarlo...Si bien es cierto que las ideas no surgen de la nada sino de otras,pues la imaginación de cada uno que guarde su propio estilo y guarde respeto hacia las creaciones del prójimo...Gracias por compartir conocimiento con tanta sobriedad...
ResponderEliminarExcelente y necesario este blog! Te felicito.
ResponderEliminarMe parece una falta de respeto hacia los autores cuando la gente responde: "no importa que no sea de Benedetti" y cosas por el estilo...
Muy bueno tu aporte.
Saludos desde Buenos Aires.
Andru.
Muy interesante aclaración y nota. Permíteme agregar que el texto que mencionas de mi autoría se titula: "Extraños" y pertenece a mi libro "De mi alma a la tuya". No habla del Principito más que en sentido figurado como personaje del libro. Alguien extrajo parte del texto de mi página y lo compartió incompleto por eso se presentaron confusiones respecto del contenido. Si leen el texto original podrán ver que no hubo intención de aprovecharme de ninguna obra... Recomiendo siempre consultar la fuente antes de hacer una crítica... Saludos
ResponderEliminarPueden leer el texto completo en
ResponderEliminarhttps://www.amazon.es/mi-alma-tuya-Ediciones-Gr%C3%A1ficas-ebook/dp/B01A85FBOG/ref=pd_ybh_a_1?_encoding=UTF8&psc=1&refRID=M7ENFG13WHCA9KVR4AWG
Yo estoy indignada con este tema, muchas gracias por la aclaración. No creo que una obra debiera ser manipulada de esta forma nunca, tergiversan totalmente y ni se dignan luego a decir que es una reinterpretación. Sólo buscan que se comparta más o que se ponga más interés. En general esos textos, suenan completamente estúpidos en comparación con la obra y su mensaje. Para mí es una obra que abre la conciencia sobre muchas cosas, de una forma muy delicada, y creo que a muchos les obligaron a leerla en la infancia, cuando es un libro para leer cuando eres adulto, y conectar con tu niño interior. Son los que llaman la 'New Age' los que manipulan sobre todo esta obra y los interesados en que se tergiverse. Por favor, si veis textos de este estilo, comentar que no son de la obra, porque enseguida se nota...es la energía de las palabras que utilizan. No tienen nada que ver con el Principito.
ResponderEliminarMuchas gracias por la aclaración. He estado comparando varios textos que algunos atribuyen a ese libro y me estaba empezando a molestar. Visto que hay más personas que se dan cuenta de esto podré dormir más tranquilo.
ResponderEliminar